Add parallel Print Page Options

Una maldición destruye la tierra
    y sus habitantes son los culpables.
Tantos han desaparecido
    que sólo queden unos pocos.

El vino nuevo se daña, el viñedo se daña.
    Todos los que eran alegres se entristecen.
El festejo con tambores ha cesado.
    Ya no se oye el ruido de los que celebraban.

Read full chapter